Queridos y queridas 159,
Confieso que empecé a escribir este post en enero. Y por si alguien todavía no se ha dado cuenta, estamos en marzo. Llamarlo Febrero es una licencia literaria, o mi estrategia para sentir que el mundo tiene un orden natural que puedo etiquetar.
Este documental está repleto de planos que no pudieron ser. A veces el maldito plano no puede ser. Pero sigues. Empeñada en que todo está por grabar y todo es grabable.
La cigüeña de Burgos está en el momento montaña. Tienes una ingente cantidad de material metida dentro de un disco duro. Pero sigues. Y te van viniendo imágenes, de las que tienes, de las que no vas a tener, y de las que tendrás; asumes que no podrás llamar a todas las personas de esa lista, y de paso asumes que estás haciendo un documental y no la trilogía de la historia interminable. Pero sigues. Que gustazo sentarte delante de alguien, darle al REC, y entrar en su mundo. Que gustazo soñar un plano, madrugar, coger el coche e ir a por él.
En el momento montaña se da un efecto mágico. Tienes la sensación de que todo tiene que ver con todo. Síndrome montaña. Ahora por ejemplo, me viene contar que hace unos días estuve en Perpignan compartiendo comida con el grupo de exiliados octogenarios. Y no sé si viene a colación. Pero la cuestión es que me senté al lado de Josep. Que siempre habla flojito y que dice que “si hi ha gana tot va bé”. Y en una de esas, hablando de política y dándole vueltas al gran misterio de la gente adormecida, va y me dijo acercándose a mí para que no se me escaparan las palabras entre el barullo, “el meu pare em va transmetre un amor per la vida, osti, es que si haguéssin vist com s’ilusionava el meu pare, s’ho creurien. No ho veuen, oi?”. Y yo decidí no grabar aquel día. Y me sentí muy bien de no haber grabado.
¿Cual es la diferencia entre un plano posible y un plano imposible? No tengo la más remota, pajotera, ni mínima idea. Una vez más, Extremoduro sale al rescate. Así reza el primer plano de su nuevo videoclip, “Dicen que hay que conformarse con las cosas que no se puede cambiar, que hay que tener valor para intentar cambiar las que sí que se puede cambiar y que hay que tener sabiduría para distinguir unas de otras. Pues a nosotros nos falla lo de la sabiduría” (Experiencias de un batracio).
Así que querid@s mecen@s, desde lo alto de la montaña, es momento de lanzaros una propuesta. La idea es de Xavi, el primer mecenas de todo esto. Dice así “La persona que escribe, immersa en el proyecto, empieza a explicar muchas cosas que a nosotros, como mecenas, cada vez nos quedan más lejos, y en lugar de crear comunidad acaba siendo una chapa. (nótese el vínculo de confianza que nos une) (…) Así que quiero proponer y propongo: Que cada mes sea uno de los mecenas quien prepare el texto (o video!). Una idea más sobre la que surfear.”
Surfeo un poco la idea: ¿Tenéis ganas de compartir vuestros planos imposibles? Así seremos 159+1 luchando contra el olvido a golpe a de imaginación. Es fenómeno y precioso sentirse escuchada por vosotr@s. Las cosas buenas hay que compartirlas.Y no se me ocurre mejor manera. Queda así abierto el espacio. ¡Espero vuestros planos imposibles!…escritos, grabados, contados, dibujados…¡Los próximos post serán cooposts! Queda inaugurado el cooblog social popular cooperativo de los 159.
Un fuertísimo abrazo y gracias por prestarme vuestros oídos, Joana
Pie de foto: Surferos boreales. Extracto de un documental sobre alocada idea que se vuelve realidad. “Al nord del sol”. http://www.ccma.cat/tv3/alacarta/programa/Al-nord-del-sol/video/5483577/